sábado, 13 de diciembre de 2008

Fermín María Arango y Barcia

Fermín María Arango y Barcia (1874-1962),
nació el 9 de abril de 1874 en Santalla de Oscos procedente de una familia oriunda del Valle de Arango en el concejo de Pravia, que se estableció en el de Santa Eulalia de Oscos a finales del siglo XVI, dedicándose a actividades relacionadas con la industria del hierro,. Su padre Ceferino Rodríguez Arango y Rodil (1845), fue el autor, en 1879, de la reja del presbiterio del templo parroquial y de la puerta del cementerio de aquella villa. Su familia paterna vivía en Cárquiva, casa que aun existe. Su madre era María Pérez Barcia y Lombán Lombardero (1850).

Fermín Arango y Barcia fue hijo natural, primero de nueve hermanos y sus padres se casaron el 21 de marzo de 1877. Desde niño demostró gran inclinación por el arte y sus padres para combatir esta tendencia, que estimaban descarriada, decidieron enviarlo a la Argentina para que se dedicara al comercio. En la Argentina residía un tío por parte de madre establecido en Bragado (o en Chivilcoy), que le adelantó el pago del pasaje en tercera clase a fin de que trabajara en el comercio, empleado por él. Y esta ha sido al principio su dedicación allí; pero la vocación artística tenía muy hondas raíces y fue dejando la ocupación positiva por la problemática, colaborando como dibujante en varias publicaciones.

Se trasladó a Buenos Aires dedicándose allí, ayudado por Esteban Lasárraga, que luego sería director artístico de la Casa Peuser, a su vocación de pintor. Asistió a la entonces recién fundada academia denominada el Estimulo de las Bellas Artes. Empezó a frecuentar los medios periodísticos e intelectuales bonaerenses y a colaborar en publicaciones ilustradas, entre el suplemento del diario La Nación y la revista Caras y Caretas. Atilio Chiappori, redactor de esta última, cuenta, retrospectivamente, que conoció a Fermín Arango y Barcia hacia 1903 ó 1904 en el cuarto que tenía en el Hotel Helder, Emilio Ortiz Grogner, mantenedor de una tertulia a la que concurrían Lasárraga, su introductor, Alberto Gernuchoff, Alfredo López Prieto, Emilio Becher, Benjamín García Torres, Felipe Barrantes de Abascal y, más ocasionalmente, Eugenio Díaz de Romero.

Al principio no tuvo mucho éxito, pero en 1904 se organizó en la galería bonaerense Witcomb una exposición de más de sesenta obras suyas, paisajes en su mayoría. Su estilo, influido por la pintura francesa finisecular que conocía a través de publicaciones y de algunos artistas argentinos que habían estado en París, estaba entonces orientado hacia el simbolismo y el impresionismo. La muestra obtuvo difusión y la revista Caras y Caretas, en la que había colaborado, se hizo eco de ella. La exposición obtuvo un cierto éxito a partir del cual, con la ayuda económica de un aficionado a la pintura apellidado Merediz, pudo trasladarse a Francia. Pensaba pasar por Barcelona y exponer allí sus obras, pero finalmente desembarcó en Marsella en 1905 y de allí se trasladó a París.

En París alquila un taller en Montmartre, que mantuvo durante muchos años. Estaba en el número 35 de la calle Capron. Desde la capital francesa concurrió a Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, de Madrid: a la de 1908, con seis lienzos, retratos y paisajes, y a la de 1912, con un cuadro. En Francia trabajó para L´Ilustration Française durante la guerra de 1914. Fue amigo de Zuluoaga, el cual le hizo un retrato y en París compañero de Hermen Anglada-Camarasa, Pablo Picasso, Juan Gris y Guillume Apollinaire -a quien Fermín Arango consideraba como el verdadero creador del cubismo-.

Ejecutó estampas y reproducciones de cuadros de Zuloaga y Salaverría, y practicó la litografía y el aguafuerte, así como el bodegón y el paisaje. No concurrió a la importante Exposición conmemorativa del Centenario de Buenos Aires en 1910, donde su presencia habría estado totalmente justificada. Por estas fechas debía pasar estrecheces económicas, a juzgar por las referencias de su amigo argentino Atilio Chiappori, redactor de Caras y Caretas, que le visitó en París en 1910.

En 1914, Fermín Arango y Barcia, que seguía viviendo en el número 35 de la calle Capron de París, participó en el homenaje a Darío de Regoyos, fallecido el año anterior, organizado por la Libre Esthétique en Bruselas entre el 7 de marzo y el 8 de abril. Parece ser que en este año (1914), Fermín Arango y Barcia viajó a Asturias y visitó su villa natal, en la que habría pasado un mes con sus padres. Durante la Gran Guerra el pintor, que había aprendido la técnica del grabado, realizó en París varias estampas de carácter bélico y patriótico. El naviero bilbaíno Ramón de la Sota y el doctor Gregorio Marañón le solicitaron, a través de Zuloaga, grabados de los retratos que el artista vasco les había pintado en 1918 y 1919, respectivamente.

Al parecer en 1919, Fermín Arango y Barcia hizo su segundo viaje a Asturias. Fue en ese mismo año, uno de los artistas que participó en la exposición de pintura española en el Palais des Beaux-Arts de París, acaso la primera exposición internacional oficial en la que la sección española le tenía en cuenta. Como resultado del viaje a Asturias hay que considerar el cuadro Porteuse d´eau aux Asturies (Espagne), primer motivo relacionado con su tierra de que se hace mención explícita en los catálogos. Al final de los años veinte del pasado siglo, Fermín Arango y Barcia se debió de desengañar definitivamente acerca del rumbo que había seguido el arte moderno y deja de exponer en el Salon d´Automne, del que había sido nombrado sociétaire. En esa época el pintor mantenía su estudio de Montmatre, pero debía pasar largas temporadas en el campo, cerca de París. Así se desprende de una carta enviada a Zuloaga fechada en París el 3 de septiembre de 1931, en la que señala: "Yo sigo en el campo pasando un verano espantoso a tempestad por día y con lluvia continua".

En esos años continúa viendo a Zuloaga, según muestra otra carta fechada el 18 de julio de 1932, en la que declara haber pasado una grata jornada con él y, sobre todo el célebre retrato que del artista asturiano pintó el vasco, hacia 1934. El 23 de junio de 1938 se casó en la Alcaldía del Distrito 18 de París con Géneviève Yrat Hubert, nacida en Noyon (Oise) el 14 de septiembre de 1886, con la que vivió en el número 29 de la calle Chateaudun. Su esposa recogió en el Consulado español el pasaporte de española en 1944. Por entonces, en la relación de socétaires del Salón publicada en 1941, figura Fermín Arango con domicilio en el número 12 de la calle Forest. En 1946, en cambio, en el número 29 de la calle Châteaudun.

En 1951 el artista expuso algunas obras en la Galería Witcomb de Buenos Aires, dirigida por su amigo Rosendo Martínez, natural de Serandinas (Boal). Al año siguiente (1952) hizo su último viaje a Asturias, para visitar a su hermano menor Evaristo; estuvo dos semanas. Algún tiempo después, según comunicó a su hermano en carta fechada el 25 de julio de 1958, fue nombrado Miembro honorario de la Soberana Orden Imperial de Constantino el Grande. Falleció el artista el 5 de octubre de 1962 en su residencia campestre de Ham, dependiente de la Alcaldía de Cergy-Pontoise, cerca de París en la que pasaba largas temporadas

1 comentario:

Sánchez y López dijo...

Enhorabuena por el artículo. ¿Conoce más a fondo la labor del artista durante su estancia en Argentina?. Un saludo